La radiografía urológica es una prueba radiológica que se usa para el estudio de los riñones, la vejiga y la uretra, para observar su funcionalidad, mediante la captación y eliminación del contraste.
Se llaman genéricamente urografías pero dentro de esta acepción encontramos diversos tipos:
Para estudiar la pelvis renal, la radiografía urológica pasa a llamarse pielografías, tanto funcionales como estructurales. Si lo que se pretende es comprobar la micción serán pielografías excretoras.
Las radiografías de la vejiga y los uréteres se llaman cistografías.
Las llamadas uretrografías miccionales son las radiografías que se hacen de forma secuencial en el momento de la micción.
En qué consiste una radiografía urológica
Antes de que se realicen cualquiera de las radiografías urológicas, primero hay que hacer una limpieza para minimizar el riesgo de infecciones. Esta limpieza se hará con un antiséptico no irritante como el armil o el lisoformo que son los antisépticos no irritantes más adecuados.
En las radiografías urológicas que requieren sonda, ésta también necesitará de lubricante urológico estéril para proceder al vaciado de la vejiga. De nuevo se volverá a desinfectar la zona.
Para las radiografías de contraste se introducirá contraste yodado hidrosoluble con una sola embolada en perfusión continua diluido en suero glucosado.
El paciente debe estar limpio de heces y gases ya que podrían dar lugar a confusiones o no se verán con claridad las estructuras. Es conveniente llevar una dieta hídrica más abundante si son diabéticos o tienen el nivel de ácido úrico alto.
El paciente tiene que estar inmóvil mientras dura el estudio y vigilado en todo momento ante la posibilidad de poder sufrir un ataque anafiláctico.
En las urografías retrógradas que necesitan de cateterismo de los uréteres para meter el contraste puede ser necesaria la anestesia o al menos algún relajante.
Las cistografías premiccionales, miccionales y postmicioneles y las cistouretrografía como las anteriores tienen su propia preparación y posturas dependiendo de si son retrógradas o i.v.
Las radiografías urológicas para que no se produzcan fallos, han de pasar un proceso muy concreto de preparación y han de tenerse en cuenta las características personales de cada paciente fundamentales para una correcta realización.