La salud digestiva se desarrolla en torno a una serie de acciones encaminadas a la difusión, el conocimiento y las actitudes que se deben adoptar para que la prevención de enfermedades del aparato digestivo. Las propuestas que se hacen desde el concepto de salud digestiva buscan una mayor calidad de vida de la población, basada en el conocimiento de los trastornos digestivos, desde los más frecuentes, como el estreñimiento, el reflujo esofágico, intolerancias… hasta otros de mayor complejidad.
El aparato digestivo
Pero antes de introducirnos en las enfermedades y en cómo podemos evitarlas o mejorar nuestra salud intestina, empecemos conociendo qué es el aparato digestivo y cómo funciona.
El aparato digestivo se compone de un largo tubo que va desde la cavidad oral hasta el orificio anal. Tiene diferentes partes con labores definidas. Éstas son el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso (o colon) y el ano. También tienen una función importante el hígado y el páncreas, fundamentales en la digestión y la absorción de los alimentos que ingerimos.
El aparato digestivo tiene la misión que proporcionar al cuerpo la energía que necesita para enfrentarse a la actividad rutinaria y para hacerlo tiene que cumplir tres fases:
La digestión, que separa los elementos nutritivos de los que no lo son.
La absorción, que transporta a la sangre las sustancias nutritivas.
La expulsión, mediante las heces, de los residuos inútiles que sobran en el organismo.
Hay numerosas enfermedades relacionadas con el aparato digestivo. Aquí solo vamos a reflejar las más habituales que son entre otras: Intolerancias alimentarias como a la lactosa, el gluten y otras; síndrome del intestino irritable, inflamación intestinal, hepatitis, diarreas, estreñimiento, colitis ulcerosa, pancreatitis, anemia ferropénica, úlcera estomacal, cáncer…
Con un abanico tan amplio de trastornos, es más efectivo tratar de prevenir que curar y es por ello, por lo que mejorar nuestros hábitos es un factor clave para gozar de una muy buena salud intestinal.
Hábitos para la mejora de nuestra salud intestinal
Dentro de los hábitos que debemos implantar en nuestra vida se encuentra el incluir más fruta y verdura, porque son fundamentales para la digestión y para tener los minerales y vitaminas que contienen. Además de la fruta y verdura debemos incluir en nuestra dieta los lácteos fermentados con bífidus y el agua así como cocinar al vapor y a la plancha. Además de todo esto es importante también limitar el consumo de azúcares y grasas.
Pero no solo se trata de la ingesta de una serie de alimentos, la salud intestinal también se puede fortalecer con el ejercicio físico, ser regular en los horarios de las comidas, ir al baño a la misma hora y limitar el uso de laxantes.