La enfermedad de Crohn, una enfermedad de todavía origen desconocido.

La enfermedad de Crohn afecta principalmente a los intestinos, causando inflamación intestinal, pero también puede aparecer en todo el sistema digestivo, desde la boca hasta el ano. Aunque aún no se sabe muy bien cuál es la causa de esta enfermedad, parece ser que algunos factores son claves para que esta enfermedad aparezca: los genes o la predisposición genética a tenerla (aunque no es una enfermedad hereditaria), factores ambientales o reacciones un tanto desproporcionadas del organismo a bacterias en los intestinos, entre otros.

Se puede decir que se pone de manifiesto la enfermedad de Crohn cuando el propio sistema inmunitario de la persona ataca por error al tejido sano y lo destruye. Esto hace que las personas afectadas con la enfermedad de Crohn padezcan inflamación gastointestinal de manera crónica, esto es, engrosamiento de las paredes del intestino.

¿Cuales son los síntomas de la enfermedad de Crohn?

Aunque los síntomas de las personas con la enfermedad de Crohn son variables porque en función de donde esté la afección en el tracto gastrointestinal serán unos u otros, a groso modo te podemos enumerar los siguientes:

–           Dolor abdominal en la zona del vientre y cólicos

–           Fatiga

–           Falta de apetito

–           Diarrea persistente y acuosa

–           Fiebre

–           Pérdida de peso

–           Fístulas

–           Sangrado rectal y en las heces

–           Encías inflamadas y úlceras bucales

¿ Cúal es el Tratamiento para la enfermedad de Crohn? 

Lo primero que los médicos te dirán si eres diagnosticado con la enfermedad de Crohn es llevar una dieta bastante estricta, en cuanto a que sea equilibrada y sana. No hay una dieta específica pero normalmente ayudan a calmar los síntomas:

• La ingesta de pequeñas cantidades de alimentos al o largo del día: no hacer dos o tres comidas al día más copiosas, sino varias a lo largo del día y en pequeñas cantidades.
• Beber agua igualmente durante varias veces a lo largo del día.
• No consumir muchos alimentos con fibra: mejor evitarlos.
• Tampoco consumir aquellos alimentos que tengas grasas, fritos o salsas.
• En el caso de que la persona tenga algún problema con los lácteos, deberá reducirlos de la dieta
• No consumir tampoco alimentos que produzcan gases