Estoy embarazada ya de cinco meses y siempre me he ejercitado en el gimnasio. Siento que es algo que necesito en mi día a día para poder avanzar y así sentirme más enérgica. El problema es que tengo miedo de que ahora que la panza empieza a ser más grande se me dificulte un poco hacer este tipo de ejercicios.
Por lo general yo hago una media de hora y media de ejercicio entre que salgo a correr y luego hago algo de pesas, que he ido dejando de a poco y solo ejercito mis brazos por miedo a que pase algo. Evidentemente me siento mucho más pesada y que el ejercicio no fluye como lo hacía antes, todo me cuesta más y hay ejercicios que ya no puedo hacer porque no puedo agacharme como antes o no puedo ver el suelo por la panza.
Me han dicho que era mejor que cambiara el tipo de ejercicio y que hiciera algo más en el suelo para estirar, calentar y relajarme, pero sinceramente ese tipo de ejercicio me aburre y quiero seguir con mi rutina que tengo muy incorporada.
A veces siento que el bebé se mueve mucho cuando hago ejercicio, por eso me da un poco de miedo estar haciendo cosas de más y pasarme un poco con ello. ¿Creen que debería dejar de hacer ejercicio físico durante este tiempo de embarazo? Yo lo hago porque me hace sentir bien y porque lo necesito pero no quiero tampoco que afecte al desarrollo del bebé y aunque me cueste estoy dispuesta a cambiar el tipo de ejercicio si hace falta, al menos durante estos últimos meses que necesitaré estar más relajada para que el bebé termine de crecer.
RESPUESTA PROFESIONAL:
Hacer ejercicio físico no es contradictorio, tan solo hay que tener muy en cuenta el tipo de ejercicio que se hace ya que esto podría hacer que se dieran contracciones más seguidas al estar estimulando el útero con lo cual se podría llegar a tener un parto prematuro. Por otro lado, si el ejercicio físico es muy fuerte podría tener consecuencias en la baja del azúcar en sangre como lo es la hipoglucemia así como también presentar algunas lesiones en el músculo esquelético. En caso de que durante o después del ejercicio se compruebe algún tipo de síntoma como una hemorragia vaginal, dificultad para respirar, mareos, debilidad, dolor de cabeza, dolor en el pecho o debilidad muscular, lo mejor es acudir a un especialista cuanto antes ya que se podría estar poniendo en riesgo el desarrollo del bebé.