Mucho se ha hablado en prensa estos días de la relación entre el Stress Laboral y las enfermedades cardiovasculares: El estrés Laboral aumenta el riesgo de infarto. Está claro que nos encontramos en una situación económica realmente complicada, la cual afecta no sólo a las grandes cifras de la economía, sino que también lo hace, y de manera determinante, sobre la propia salud de los ciudadanos. Los períodos de crisis, no son sino períodos de incertidumbre. Incertidumbre por encontrar un empleo, incertidumbre por mantenerlo, o incertidumbre ante una pérdida de derechos y empeoramiento de las condiciones laborales. Estamos ante factores fuertemente estresantes, y que pueden derivar incluso en afecciones físicas.
Por que tenemos estrés ?
Debemos recordar que nuestro cerebro funciona las 24 horas del día y que el estrés no deja de ser una respuesta natural del organismo, que se produce ante situaciones percibidas como amenazantes, la cual en cierto modo es imprescindible para la supervivencia. El problema aparece cuando el estímulo causante de este estado de alerta se mantiene en el tiempo, y este mecanismo de defensa, concebido para actuar de manera puntual, se ve forzado a funcionar de manera continuada. La mayoría de las personas no se dan cuenta de la energía vital que pierden cuando se exponen a situaciones de estrés continuadas. Pasar el tiempo en ambientes insanos, lugares con influencias negativas o nocivas a diario desgasta y lleva al estrés sin duda alguna.
Consecuencias del estrés ?
El estrés produce la liberación de determinadas hormonas, las cuales actúan sobre el organismo produciendo diferentes cambios. Efectos como el aumento del ritmo cardiaco o taquicardias, vasoconstricción, liberación de adrenalina, o el aumento en sangre de la cantidad de factores de coagulación o glucosa, pueden incrementar las posibilidades de supervivencia ante determinadas amenazas. Sin embargo a medio y largo plazo causarán un desgaste excesivo del organismo, lo que se manifestará con ansiedad, depresión, insomnio, irritabilidad, inmunodeficiencia, o acidez entre otros síntomas. Todos estos síntomas pueden ser causantes de diferentes afecciones, algunas realmente graves. Por poner un ejemplo, la liberación de adrenalina producida ante situaciones de estrés, provoca un incremento de la tensión arterial, lo que en personas hipertensas o con altos niveles de colesterol, puede desencadenar problemas cardiovasculares.
Glándula del Timo
Hay una glándula de nombre muy curioso, Glándula del Timo, que reacciona a las situaciones de estrés como las que hemos definido. La Glándula del timo regula la actividad de las células inmunológicas ( glóbulos blancos ). Esta glándula, de gran sensibilidad, reacciona a cualquier influencia negativa y cotidiana como es la radio, la televisión, la prensa, el fast food, las actitudes negativas de las personas, a cualquier estímulo o idea negativa. Frente a todos estos “ ataques negativos “ del día a día esta glándula reacciona haciéndose pequeña, se contrae. Así que el estrés no es otra cosa que el constante agotamiento de la glándula del timo a causa de influencias negativas o nocivas en la vida cotidiana. Cuando dejamos de exponernos a esas influencias y las sustituimos por influencias positivas, pensamientos agradables, música relajante, disfrute de la vida en general, nuestro nivel de estrés mejora sustancialmente.
Los efectos del Estrés van más allá de la salud ?
El estrés no sólo tiene efectos perjudiciales sobre nuestro organismo, sino que también afectará negativamente en nuestras relaciones personales. La angustia, tristeza, irritabilidad, apatía, o el mal humor sin duda influirán en la manera en que los demás nos tratarán, lo que a su vez puede ser un nuevo factor generador de estrés, entrando así en un peligroso círculo vicioso.
Debemos de ser conscientes de que estamos ante un problema realmente serio, y que sólo nosotros tendremos la llave para superarlo. Como hemos visto, la situación de incertidumbre en la que vivimos no es precisamente la mejor para enfermedades como el estrés, pero aún así, hemos de intentar afrontar los problemas con optimismo. Tomarnos un tiempo para relajarnos y desconectar, comentar los problemas con alguien de confianza, e incluso hacer ejercicio regularmente, nos ayudarán a superar el estrés con garantías. Al fin y al cabo, como dice el conocido proverbio chino: “Si tu problema tiene solución ¿para qué te preocupas? Si no la tiene ¿para qué te preocupas?”