El regreso a las aulas tras el largo período vacacional supone numerosos trastornos en los niños debido al cambio brusco en el ritmo de vida. En un plazo muy corto se modifican los horarios de actividades, alimentación y sueño. Es frecuente que se produzca un fuerte insomnio en niños, llantos e incluso vómitos. El sistema nervioso es bastante delicado en cualquier tipo de persona, pero con mayor impacto en los pequeños, más propensos a sufrir este tipo de desajustes y que pueden derivarse también en pesadillas. Lo normal es que al cabo de unos días el problema se haya solucionado, pero a veces puede perdurar por semanas. Es en estos casos que debe realizarse un diagnóstico del insomnio, quedando en las manos de un especialista que nos alertará y aconsejará de los mejores hábitos para reducir y eliminar el insomnio.
Pero antes de acudir a los expertos deben seguirse una serie de pautas que poco a poco sirvan para estar de nuevo en las mejores condiciones posibles. En primer lugar los padres han de tener un actitud 100% positiva con los niños. El colegio no tiene que ser algo malo, sino todo lo contrario, un lugar donde van a aprender, disfrutar y pasarlo bien con sus compañeros. Hay que mostrar a los más pequeños que terminar las vacaciones no es un castigo y que comienza un período nuevo donde también se sentirán felices. Hay que dejar de lado cualquier aspecto negativo de la vuelta al colegio y siempre destacar todos los positivos. Todo esto ayudará de buen seguro a evitar el insomnio en niños.
En segundo lugar debe establecerse una rutina adecuada para antes de ir a la cama. Es un proceso que se ha ido perdiendo en los últimos tiempos debido al abuso en el uso de las nuevas tecnologías. Se están demasiadas horas utilizando el ordenador, jugando a la consola, mandando mensajes por el móvil o viendo la televisión. Eso genera estímulos nerviosos muy grandes en los niños y luego no están lo suficientemente relajados como para dormirse. Su cerebro está completamente activo lo que impide el descanso. Para paliar este problema deben incorporarse actividades que no les alteren y que sean relajantes, entre 1 y 2 horas antes de dormir.
Como última pauta para evitar el insomnio en niños debemos aplicar de una serie de normas. Es común que los niños exijan que los padres estén con ellos hasta que se queden dormidos, o que les lean un cuento una y otra vez. También pueden coger la mala costumbre de levantarse nada más acostare porque quieren beber agua o hacer pis. En otros casos los niños salen de sus camas para meterse en la de sus padres. Es necesario acostumbrarlos a que una vez están dentro de cama lo único que tienen que hacer es dormir. Quitarles esas malas costumbres para que siempre tengan claro que hay que descansar, siendo lo demás innecesario.
Si tras cumplir las pautas se produce un cambio de comportamiento que es adecuado, hay que hacérselo saber a los niños por medio de cariño para que vean que están haciendo las cosas bien. Recordemos que es tan importante decir lo que está mal como felicitar si algo se está haciendo bien. El refuerzo positivo es también una medida eficaz para los niños.
¿Te han convencido estos consejos? Aquí encontrarás más ideas que ayudarán a combatir el insomnio de manera natural.