¿Cómo fomentar el interés de los niños hacia los logros académicos y a los desafíos?

Hoy nuestra colaboradora la Psicóloga María del Mar Capella nos habla sobre un tema que nos preocupa a todos los que somos padres….

¿Cómo fomentar el interés de los niños hacia los logros académicos y a los desafíos?

Como padres, una preocupación común es si nuestro hijo será capaz de hacer frente tanto a los retos que supone la etapa de escolarización como a los que vendrán a lo largo de la adultez. Es decir, si será capaz de afrontar con éxito los desafíos que entraña la vida.

Una de las características asociadas al triunfo académico es la motivación al logro,  es decir la disposición para luchar por tener éxito ante las situaciones difíciles. En su desarrollo, hay factores familiares que lo obstaculizan y otros que lo estimulan.

Factores familiares que estimulan la motivación al logro de los hijos

• Apego seguro hijo-progenitores: el apego se refiere a los lazos afectivos que sentimos por personas que tienen una significación especial en nuestras vidas. Las personas que entre ellas desarrollan apegos seguros se complacen con sus interacciones y, en momentos de estrés o de incertidumbre,  se sienten apoyados en su presencia. Para establecerlo, es especialmente importante que en los primeros años de vida los progenitores tengan un contacto sensible, afectuoso, coherente y consistente con su hijo para así transmitirle que las personas y el mundo son confiables.

• Ambiente familiar estimulante: es importante ofrecer al niño un ambiente controlado pero en que tenga problemas o situaciones que resolver, es decir potenciales situaciones de aprendizaje. Si favorecemos la vivencia de ciertos desafíos, fomentaremos la capacidad innata de los niños pequeños de explorar, adquirir nuevas habilidades y solucionar problemas. Cabe decir que sería tan poco adecuado sobrestimular como ofrecer un ambiente carente de actividad intelectual.

• Crianza con autoridad: entendida como entrenar a los niños para la independencia, destacando el hacer las cosas por sí mismo, y reforzar afectuosamente el comportamiento de confianza en sí mismo. También el entrenar para el logro directo, es decir establecer unas pautas para que el niño siga, supervisar (acompañar, apoyar) su progreso hacia su logro y animar para que las cosas se hagan bien. Finalmente, es importante elogiar inmediatamente los éxitos y no ser demasiado críticos (castigar) los fracasos.