Es habitual encontrarse con personas que están tomando antidepresivos y están encantadas del resultado y en cambio otras que apenas si notan mejorar su estado o incluso por el contrario se sienten peor.
Las estadísticas indican que más del 50% de los pacientes afectados por la depresión no manifiestan mejoría ante el primer tratamiento farmacológico que se les prescribe. Por ello, en la actualidad, lo que los científicos tratan de desentrañar son aquellos factores que predisponen a la depresión, así como aquellos que la hacen resistente a los tratamientos.
Los factores biológicos y los vitales ambientales, son los causantes de los trastornos psicológicos y hay antidepresivos como la fluoxetina , preparados para tratarlos por su efecto de aumento del nivel de serotonina, pero lo cierto es que no siempre funcionan.
El diagnóstico es fundamental y conocer el origen del mal esencial. De igual modo que un dolor en otra parte del cuerpo debe ser reconocido en todas sus posibles dimensiones y determinar cuál es la causa que lo provoca, la depresión funciona de la misma forma pudiendo ser provocada por muy diversos factores.
Alrededor del 30% ó 40% de las depresiones pueden tener su origen en causas médicas subyacentes que han de ser estudiadas en profundidad para ser encontradas y tratadas de forma correcta.
Depresiones causadas por el dolor de una pérdida, por un trauma cerebral, por estrés, por diabetes, obesidad…pueden responder a medicación de estímulo de serotonina; en cambio si lo que existen son problemas de tiroides sin tratamiento o apnea del sueño, estos fármacos no servirían.
En un estudio realizado con ratones, se han investigado cómo maneja el cerebro la serotonina y cómo los niveles de «autoreceptores» influyen en la respuesta ante los antidepresivos. A mayor nivel menor respuesta que va mejorando a medida que disminuyen.
En cualquier caso siempre hay sencillas actuaciones que se pueden llevar a cabo cuando nuestro estado anímico no es el deseable como hacer ejercicio físico, llevar una dieta sana y buscar formas alternativas de relajarnos.