Si hay una etapa verdaderamente complicada en el camino de la persona hacia la edad adulta, esa es la adolescencia. Este periodo está lleno de cambios de todo tipo, sociales, físicos, sexuales, psicológicos… y suele comprender una franja generalmente delimitada entre los 10 y los 19 años.
Descubrir el mundo nuevo al que se enfrentan es apasionante para el adolescente y suele ser realmente difícil para los padres. Los cambios físicos son muy evidentes, en las niñas la aparición de un pecho más prominente y en los niños un cambio notable en sus genitales, el vello y el crecimiento dan cuenta de la auténtica revolución hormonal que se está produciendo en sus cuerpos. Esta transformación se produce de forma más o menos rápida y provoca la consiguiente alteración emocional que tan de cabeza trae a todo el entorno.
Descubriendo su sexualidad
En esta etapa tan complicada en muchos casos, aparece el sexo como eje de todos los pensamientos y comentarios. El sexo es “lo único”. Ya desde niños se van descubriendo zonas placenteras, la curiosidad va guiando el descubrimiento de la propia sexualidad, que en este momento de la vida es donde alcanza su momento álgido con la masturbación como expresión de autosatisfacción y autoconocimiento que se da en etapas más tempranas y las experiencias sexuales compartidas que suelen aparecer después, en un primer momento el petting y el sexo oral y al final de la adolescencia, las relaciones sexuales que serán prácticamente similares a las del mundo adulto.
La gran mayoría de los padres no saben qué hacer o cómo reaccionar ante este tipo de situaciones, resultando una de las etapas más duras en la vida de unos padres desde que sus hijos son pequeños. Aquí se plantean duras decisiones, a veces, acertadas y otras, en cambio no tanto. Muchas veces por la falta de comunicación y diálogo en esta etapa se producen distanciamientos que son complicados después de salvar.
¿Cómo debe actuar un padre o una madre ante la emergente vida sexual de sus hijos?
Es importante que los padres den información previa a ese momento y mantengan una buena comunicación con ellos. Hay que tener en cuenta que en la actualidad en todos los entornos en los que se desenvuelven los adolescentes el sexo aparece de forma continua tanto en TV, internet, juegos…
A la familia corresponde mantener el equilibrio, educar e informar sobre una sexualidad sana y segura que prevenga enfermedades y embarazos no deseados y que permita al adolescente vivir esta etapa sin problemas más allá de los propios de esta revolución hormonal. Ante cualquier duda, es mejor acudir a un profesional que nos ayude a realizar este equilibrio de manera natural. No hay que tener reparo en acudir siempre a personas expertas que sabrán guiarnos en cómo podemos actuar y hablar a nuestros hijos.