A pesar de que la sexualidad es parte importante de todo ser humano, la mayoría de las personas no sabría cómo definirla. Lamentablemente se extiende la visión reduccionista que entiende la sexualidad como el mero acto sexual o coito, pero por suerte es mucho más que eso, ya que involucra procesos biológicos, psicológicos, sociales y culturales, en donde las emociones, sentimientos, pensamientos, actitudes y comportamientos están entremezclados.
¿Qué es la sexualidad?
La sexualidad es una dimensión humana para la obtención de placer y bienestar, pero también para la comunicación y el conocimiento. Es una capacidad que tenemos todos los seres humanos y que podemos compartirla con otras personas o vivirla en soledad.
¿Hay diferentes sexualidades?
La respuesta es sí, cada uno de nosotros hemos de ir desarrollando nuestra sexualidad a nuestro modo, sin importar el sexo de la persona por la que sintamos atracción.
¿Dónde se encuentra?
En todo mi cuerpo, no sólo en los genitales como mucha gente piensa. Está en toda nuestra piel, ¡Por eso podemos disfrutar de nuestra sexualidad desde la cabeza a los pies!
Pero también está en lo que no se ve. Nuestra vivencia de la sexualidad está estrechamente relacionada con nuestras emociones, creencias, actitudes, deseos…etc.
¿Cuándo comienza?
¡Cuando nacemos! ¿Curioso, verdad? Pues sí, el caso es que la sexualidad está presente a lo largo de toda nuestra vida aunque se manifieste de manera distinta en las diferentes etapas de ésta. La capacidad de sentir placer en nuestros cuerpos, de ir aprendiendo lo que nos gusta, lo que no nos agrada y poder compartirlo y comunicarlo es algo que no se pierde.
¿Cómo y dónde se aprende?
Nadie nace sabiendo todo sobre sexualidad. Es un proceso de aprendizaje a lo largo de nuestra vida que no termina nunca y puede cambiar al igual que cambian nuestras emociones, o nuestra situación afectiva, social, laboral,…etc. No se trata de un examen en el que nos lo tengamos que saber todo. Además, ¿quién establece que es lo perfecto o la mejor manera de disfrutar de nuestra sexualidad?, ¿quién decide si lo que estás haciendo está bien o mal?, ¿quién mejor que tú puede saber lo que te gusta o te disgusta?
¿Cómo puedo tener una sexualidad satisfactoria y saludable?
Una sexualidad satisfactoria y saludable es aquella que te hace sentir bien. No hay más. Eso si, evitando siempre esas conductas de riesgo que nos pueden luego traer dolores de cabeza, por no decir embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, …etc.
Palabras clave para una sexualidad satisfactoria y saludable: placer, respeto, comunicación, deseo, protección, autoestima.