¿Qué es una radiografía de tórax?

Seguramente que alguna vez en tu vida te han tenido que hacer algún tipo de radiografía, ¿a qué sí? Pero sabes realmente en qué consiste. Hoy vamos a hablar de la radiografía de tórax.

¿Qué es una radiografía?

La radiografía, es una forma de estudiar mediante radiación electromagnética y de forma indolora, las partes duras, cráneo y  huesos de las personas o animales.

Para hacer las radiografías, se usa un aparato, bien fijo o bien portátil, que en una placa, hace un registro digital de la imagen obtenida por el tubo generador de rayos X.  Dependiendo del grosor y de los tejidos que atraviesa la luz, los tonos que se aprecian en las radiografías son distintos. Si esos tonos de la radiografía son blancos es que se trata de los huesos, si son grises oscuras se trata de los tejidos blandos. En el caso de que los tonos sean negros es que es el aire del pulmón.

Cuando se trata de radiografías de tórax,  nos aporta imágenes de los pulmones, las vías respiratorias y los huesos de la columna; más concretamente,  el corazón, los pulmones, los grandes vasos sanguíneos, el diafragma, parte de las vías respiratorias, los ganglios linfáticos, la parte superior de la columna vertebral, las costillas, la clavícula y el esternón.

La radiografía de tórax tiene una preparación sencilla, tan solo hay que quitarse la ropa de la zona que se va a radiografiar y también cualquier objeto de metal, ya que puede producir interferencias. Mientras se realiza hay que permanecer quieto y contener la respiración.

¿Para qué se hacen las radiografías de tórax?

Este tipo de radiografía se utiliza para:

• Descubrir posibles anomalías en el corazón o pulmones, como el líquido en la pleura o un agrandamiento del corazón.
• Permite diagnosticar cambios, dilataciones o cardiopatías.
• Mostrar insuficiencia cardíaca o una válvula anormal.
• Sirve para comprobar la silueta cardíaca, en caso de  derrame pericárdico .
• Complementan a otro tipo de pruebas que ya han presentado otro tipo de sintomatología, como en enfisemas pulmonares, bronquitis crónicas…Para interpretarlas correctamente hay que tener en cuenta el estado del paciente y los signos concretos que aparecen en la radiografía.
• Las radiografías deben realizarse siempre por un técnico radiólogo.

A pesar de ser una prueba no invasiva, una radiografía siempre supone una dosis de radiación en el organismo.

Una mujer que tenga la sospecha o sepa que está embarazada siempre ha de informar al radiólogo ya que puede ser dañino para el feto.