¿Cómo se diagnostica la EPOC?
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es una patología respiratoria provocada en la mayoría de casos por el tabaco y por la contaminación. Resulta una enfermedad desconocida para gran parte de la población, que puede prevenirse. Hoy, Día Mundial de la EPOC, nos unimos a la causa con un poco de información sobre los síntomas de esta enfermedad y las pruebas que se deben realizar para su diagnóstico:
La causa de la EPOC es una obstrucción de las vías respiratorias por la exposición al humo de los cigarrillos o en menor medida a ambientes contaminados, y es una de las enfermedades respiratorias crónicas más comunes. Los síntomas que crea esta enfermedad provienen de las dos anomalías respiratorias que produce: bronquitis crónica y enfisema.
En su etapa inicial, la EPOC causa tos con mucosidad, dificultad para respirar y respiración silbante, y sensación de falta de aire. A menudo el paciente puede relacionar estos síntomas con un resfriado, pero si es fumador y los síntomas no cesan a los pocos días, es necesario que acuda al médico para realizar las pruebas diagnósticas que se presentan a continuación. Cuando la enfermedad sigue avanzando aparecen nuevos síntomas como dolor de cabeza por las mañanas, falta de aliento constante y cianosis, que es la coloración azulada de los labios y puntas de los dedos.
Las pruebas diagnósticas para detectar la EPOC son las siguientes:
- Espirometría: esta prueba mide la capacidad pulmonar, y es muy común en el diagnóstico de EPOC, ya que es capaz de detectarla incluso en personas que aún no tienen síntomas. Es la prueba perfecta para el diagnóstico temprano, y consiste en soplar con fuerza en el espirómetro, la herramienta médica que medirá la cantidad y velocidad del aire que puede entrar en los pulmones.
- Radiografía de tórax: esta prueba diagnóstica de observación es esencial para detectar anomalías respiratorias, y en este caso, también sirve al especialista para descartar que los síntomas sean provocados por alguna otra enfermedad pulmonar. Es una prueba radiológica sencilla que se basa en la obtención de imágenes del tórax mediante la técnica de rayos X.
- TAC: no siempre se realiza este escáner pulmonar, sino que se recurre a él sobretodo ante dudas de diagnóstico, o previamente a la necesidad de realizar una cirugía en el pulmón.
- Análisis de sangre: los análisis clínicos son una prueba diagnóstica rápida y sencilla, que se realiza para complementar la historia clínica del paciente y descartar otras dificultades respiratorias. En el análisis de sangre se medirán variables como los glóbulos rojos, el sodio o el potasio, y junto a la historia médica del paciente se podrán descartar otras anomalías como anemia, asma o falta de nutrientes esenciales en el organismo.
El mejor remedio para la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es la prevención mediante dejar de fumar. Ésta será la primera medida del tratamiento a seguir tras diagnosticar la enfermedad, además de fármacos broncodilatadores y antiinflamatorios para mejorar el funcionamiento de los bronquios. En casos avanzados de la enfermedad también se suministra oxígeno domiciliario para mejorar la respiración. Las recomendaciones para el día a día de un paciente con EPOC es realizar ejercicio moderado, dieta equilibrada y fisioterapia respiratoria.
Fuentes consultadas para el artículo «Pruebas diagnósticas de EPOC»: