Granada: fruto anticancerígeno
La granada se está posicionando como uno de los alimentos más poderosos en la prevención y tratamiento del cáncer, gracias a los estudios que se están desarrollando sobre el ácido elágico que contiene y sus efectos inhibidores de la aromatasa, enzima que convierte los andrógenos en estrógenos. Este proceso es extremadamente importante para la extensión y prevención del cáncer de mama.
Por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias , y su alto contenido en polifenoles, más incluso que los presentes en el vino y el té, está indicado para combatir el cáncer de próstata, cáncer de pulmón, enfermedades cardíacas y el Alzheimer.
¿Cómo es y qué propiedades tiene la granada?
Es una fruta de piel gruesa y colores rojos o dorados, con semillas carmesí en su interior. Apenas tiene hidratos de carbono y su componente fundamental es el agua y otros nutrientes como el ácido cítrico, los flavonoides y los taninos. Es destacable la presencia del potasio que propicia que se generen impulsos nerviosos y además equilibra el agua que hay dentro y fuera de la célula.
Además de las cualidades que ya hemos descrito de la granada, tiene otros muchos aportes que hacen de ella una fruta combativa como ninguna contra el cáncer. Se muestra eficaz gracias a su actividad antiproliferativa, proapoptósica, antiinflamatoria y antimetastásica.
Los ácidos punícico y alfaeleosteárico tienen un efecto antitumoral parecido al del reconocido Tamoxifeno utilizado en el cáncer de mama.
El consumo de la granada puede hacerse de la forma que más cómoda atractiva y cómoda le resulte al “paciente”. Como fruta de mesa, en zumo, mermelada, néctar…y no suele ponerse límite a su ingesta.
Son más de 40 las publicaciones científicas que sobre la relación de la granada en la lucha del cáncer de mama se pueden encontrar. También son numerosos los estudios clínicos que en marcha y muchas las universidades en Europa y América que dedican sus recursos a poner de manifiesto la excepcionalidad de esta fruta no solo contra el cáncer sino como elemento combativo contra muchas otras enfermedades.