Cómo detectar los problemas de tiroides
La tiroides es una glándula que se encuentra en la parte trasera del cuello que influye en la asimilación de los alimentos y sus nutrientes. Resulta una parte importante del sistema endocrino y que a menudo suele ser poco tratada o revisada por el especialista. Un desarreglo en la glándula tiroides provoca problemas en el metabolismo, la quema de energía y los componentes fundamentales que el organismo debe absorber para garantizar una buena nutrición. Los problemas de tiroides más comunes son el hipertiroidismo y el hipotiroidismo.
Los síntomas del hipertiroidismo consisten básicamente en una aceleración del ritmo fisiológico. Las personas que padecen esta anomalía de tiroides suelen aumentar el tránsito intestinal, pierden peso rápidamente sin dieta ni ejercicio, les aumenta la temperatura y el ritmo cardíaco y tienen mayor sudoración. Anímicamente se sienten hiperactivos, faltos de concentración y con cambios de humor constantes, a menudo irritados o depresivos.
En cambio, el hipotiroidismo actúa de con una sintomatología prácticamente opuesta. Quienes la sufren presentan un aumento de peso injustificado, cansancio, estreñimiento, temperatura corporal más baja (menos de 36 grados), y aspecto débil en el pelo, la piel y las uñas. En muchos casos el rostro se ve hinchado, y anímicamente estos pacientes a menudo se sienten olvidadizos e incluso confusos.
En algunos casos estos problemas pueden detectarse por síntomas en el cuello, donde se localiza la glándula tiroides. En el hipertiroidismo se puede dar Bocio, que es el aumento de la glándula de forma que cuesta tragar o respirar, y a menudo esta hinchazón se hace visible. En el hipotiroidismo también pueden darse cambios en la voz, más ronca y con dicción más lenta.
A menudo los síntomas de estos trastornos se asocian con otras enfermedades, cuando la raíz para acabar con ellos puede estar en la visita al endocrino. El síntoma que suele provocar la consulta al especialista es el cambio de peso injustificado, ya que es a menudo el más visible y evidente, que se asocia al metabolismo y por tanto a la tiroides. No debe perderse de vista el riesgo que estos desarreglos tienen para la salud: más allá del peso y la silueta, se esconde una mala asimilación de componentes esenciales para una buena salud y prevención de enfermedades futuras. Ante la sospecha de una alteración en la glándula tiroides es importante consultar con el especialista del sistema endocrino, ya que puede necesitar tratamiento farmacológico para combatir estos desarreglos, así como nutrientes complementarios y una dieta distinta para reforzar su salud.
Muchos especialistas endocrinos alertan sobre el uso de suplementos para adelgazar y pastillas quemadoras de grasa corporal, ya que la composición de muchas de ellas puede provocar problemas de tiroides, y en consecuencia aportar a quien las consume una nutrición deficiente e incluso una alteración de su peso no deseada. Si se va a iniciar una dieta de estas características es mejor consultar todos los productos antes de comenzar a utilizarlos con el especialista, comprobar su composición y si es compatible con el paciente puede ahorrar muchos problemas de tiroides a largo plazo y además asegurar un mayor éxito en la dieta.
Fuentes consultadas para el artículo «¿Cómo sé si tengo problemas de tiroides?: