El año pasado durante el verano sufrí de hongos en mis pies y en unas uñas. Es algo que no me gustó nada y que la pase un poco mal en cuestiones estéticas, aunque el tratamiento tuvo su efecto y en el invierno se me fue. Todo empezó por usar la zapatillas sin calcetines. Es algo que siempre hice, pero que nunca pensé que me podía a causar este problema. A las pocas semanas, por el tema de la humedad, y el sudor, encontré que empezaba a tener la piel como escamada. Lo peor fue descubrir que dos de mis uñas se volvían algo amarillas y que dejaban de tener ese color claro y agradable que siempre tienen.
A partir de allí tuve que ir al podólogo para que me revisara los pies y efectivamente me dijo que tenía hongos tanto en la piel como en las uñas. Me envió un tratamiento y en la piel a las pocas semanas ya se me fue mejorando y todo volvió a la normalidad, pero en las uñas tardé más de dos meses en que volviera a tener un aspecto como el de antes.
Ahora vuelve el verano y las piscinas y la humedad pueden hacer que vuelva a sufrir de algo así. No quiero volver a tener que hacer un tratamiento como el de antes, por eso es que quería saber qué hacer con los hongos en los pies en verano, si hay alguna forma de prevenirlos o si simplemente es tener cuidado de no andar descalzos por zonas húmedas o zonas comunes con otras personas, aunque en la playa es un poco inevitable esto.
Yo intento cada vez que voy al gimnasio cuidarme los pies y no ir descalza por allí para no contagiarme por si alguien más lo tuvo. También deje de utilizar las zapatillas sin calcetines, al menos en verano. Ahora uso calcetines cortos para que me protejan el pie y no tener que sufrir otra vez los hongos en mis uñas.
RESPUESTA PROFESIONAL:
Durante el verano con el calor y las humedades en general, es muy frecuente encontrarse con que nuestros pies están expuestos a zonas y a condiciones poco habituales. Esto hace que los hongos sean una de las patologías más habituales. Para prevenir su aparición lo ideal es hidratar muy bien los pies, hacer uso de un calzado flexible, exfoliar la piel con una piedra pómez para evitar las grietas en el talón y evitar ir descalzo en zonas comunes como lo son las piscinas. Una visita a un profesional médico como lo son los podólogos, especialistas en pies, es ideal antes y después del verano para tener unos pies sanos y agradables.