Si uno de tus propósitos para este nuevo año es recuperar tu figura y deshacerte de esos kilos de más después de los atracones navideños y los excesos, te proponemos la solución perfecta para conseguirlo de manera sencilla con un decálogo para perder peso de forma sana y saludable: los 10 mejores consejos para adelgazar de forma definitiva y sin efecto rebote.
Hoy en día son muchas las técnicas que existen para perder peso: dietas milagro, monodietas, dietas proteicas, duros entrenamientos físicos, cirugía estética… un sinfín de posibilidades que tenemos a nuestro alcance para conseguir un “cuerpo perfecto”. Pero, ¿realmente estos métodos dan resultado y benefician la salud de nuestro organismo? Todos los médicos y especialistas en nutrición y vida saludable coinciden en que si deseamos reducir volumen y estar en buena forma, lo primero que debemos hacer es huir de esos métodos de adelgazamiento milagrosos que ponen en riesgo nuestra salud a corto y largo plazo y tener en cuenta la valoración de los expertos, que son las personas idóneas para controlar el proceso de pérdida de peso y establecer un seguimiento que se ajuste a las necesidades de cada paciente en particular.
Para aquel que quiera redefinir su silueta y sentirse bien consigo mismo, esta guía es ideal porque trae 10 consejos prácticos y cómodos para adelgazar, ganar en salud y calidad de vida al mismo tiempo. Unos pasos que aseguran nuestro bienestar personal en todo momento y que podemos ajustar a nuestro estilo de vida sin ningún problema.
1. Fijar unas metas razonables .
En muchas ocasiones cuando nos proponemos bajar de peso tenemos claro que el objetivo final es adelgazar y deshacerse de esos kilos que nos sobran, pero no sabemos por dónde empezar ni cuál es el recorrido a seguir para conseguir lo que nos hemos propuesto de forma exitosa y sin poner en riesgo nuestra salud. En esta guía, te recomendamos que antes de iniciar el proceso de pérdida de peso, te marques una serie de metas que te ayuden a establecer y organizar tu propio plan de adelgazamiento para tener claro qué es lo que quieres lograr y hasta dónde quieres llegar exactamente. De esta manera, tendrás un camino a seguir en todo momento y será mucho más fácil cumplir tu objetivo de bajar de peso y lucir una figura estupenda.
El método más efectivo para marcar tus propias metas es, en primer lugar, formularte a ti mismo una serie de preguntas y anotar la respuesta en un papel, este paso te dará seguridad y una gran motivación para empezar con ganas el plan de adelgazamiento. Las preguntas pueden ser las siguientes:
- ¿Quiero perder peso?
- ¿Por qué quiero perder peso?
- ¿Cuánto peso quiero perder?
- ¿Qué me gustaría hacer para perder peso?
- ¿Cuánto tiempo creo que me llevará alcanzar mi peso ideal?
Una vez tengas todas las respuestas anotadas, no pierdas de vista el papel y consúltalo siempre que quieras, puedes hacer varias copias para llevar siempre una contigo y dejar otras en los lugares que más frecuentes a lo largo del día como la cocina, el salón, el estudio e incluso en tu puesto de trabajo.
El segundo paso es comprobar qué las metas que has fijado anteriormente son metas razonables, reales y qué puedes conseguirlas con facilidad. No se trata de perder una gran cantidad de kilos rápidamente si no de hacerlo poco a poco de manera correcta, saludable y ser capaz de mantener el peso final de forma permanente, por ejemplo si te propones bajar 10 o 15 kilos en una semana es probable que esto no suceda puesto que es una meta imposible y lo único que conseguirás es perder confianza en ti mismo, desarrollar un sentimiento de frustración que puede llevarte a no valorar tus esfuerzos y tomar la decisión equivocada de no continuar con la lucha para llegar al final del recorrido y lograr lo que es tu objetivo principal: adelgazar de manera sana y saludable. Lo ideal es marcar unos objetivos pequeños que se ajusten a la realidad y fijar unos tiempos razonables como intentar perder medio kilo a la semana, así verás que vas obteniendo buenos resultados, ganarás seguridad, mejorarás tu autoestima y estarás con la predisposición adecuada para seguir adelante. Para acabar de definir los objetivos y asegurarte de que los que has pensado son los mejores para ti, es recomendable consultar a un especialista en medicina nutricional tal y como te explicamos en el segundo consejo de esta guía.
2. Consultar a un especialista.
Antes de empezar con cualquier tratamiento para adelgazar, debes asesorarte y ponerte en manos de un experto en nutrición y dietética que revise tu historial clínico para comprobar cuál es tu estado de salud actual y, así, posteriormente podrá elaborar un plan para perder peso que se ajuste a tus necesidades y características particulares. Con la ayuda del profesional nutricionista, disfrutarás de una gran orientación y supervisión constante que te ayudará a alcanzar los objetivos propuestos y obtendrás unos resultados excelentes durante todo el proceso de pérdida de peso. Además, está comprobado que la consulta con un médico nutricionista aumenta las posibilidades de éxito a la hora de perder peso y mejorar la salud.
El especialista en nutrición y dietética te ayudará a reflexionar para determinar las razones, ver cuál es tu grado de voluntad para adelgazar, intentará que estés satisfecho con los resultados en todo momento y que te sientas bien con tu cuerpo y contigo mismo. La relación con tu nutricionista es muy importante, deberéis establecer un buen contacto y una relación de confianza entre médico y paciente para que todo funcione a la perfección, de lo contrario el plan de adelgazamiento puede resultar un fracaso y es mejor consultar a otro especialista. Por ello, la primera visita es la más importante de todas y en la que se desarrollarán más o menos los siguientes asuntos:
- Dialogar sobre cómo se ha producido el aumento de peso, en qué circunstancias y por qué motivos queremos perder peso.
- Conocer cuál es el peso ideal del paciente.
- Informar sobre los malos hábitos alimenticios, las prácticas rutinarias e identificar los errores.
- Conocer el historial clínico y antecedentes médicos del paciente.
- Dialogar para conocer cuáles son los sentimientos y las angustias del paciente.
- Examinar, pesar y medir al paciente y analizar los resultados.
- Dar al paciente las primeras recomendaciones nutricionales y establecer el plan de pérdida de peso adecuado a las necesidades del paciente.
- Asociar la realización de alguna actividad física al plan de pérdida de peso.
- Aconsejar la atención de otros especialistas en medicina en casos que lo requieran.
El resto de visitas serán de menor duración y servirán para supervisar el proceso de pérdida de peso, comprobar si es efectivo y da buenos resultados, corregir errores, modificar el plan de adelgazamiento si es necesario y motivar al paciente con regularidad.
3. Comer saludable.
Las prisas, el trabajo, el ajetreo de la rutina diaria son algunas de las razones que no nos permiten llevar una vida saludable y cuidar nuestra alimentación pero si realmente quieres perder peso, comer sano es el pilar fundamental para conseguirlo, y además es la mejor solución para prevenir y reducir enfermedades, mantener un estado de salud óptimo en general y llevar una vida mucho más plena y feliz.
Lo primero que debes saber es que para llevar una alimentación sana, lo adecuado es incluir una gran variedad de alimentos a nuestra dieta diaria y semanal ya que cada alimento contiene unos nutrientes específicos esenciales para nuestro organismo y que nuestro cuerpo necesita cada uno de ellos en la cantidad apropiada. Además, los nutricionistas recomiendan realizar entre cuatro y cinco comidas al día y reducir las cantidades en cada una de ellas. A continuación, te mostramos qué alimentos deberías incluir en cada una de las comidas diarias para mantener una dieta equilibrada y saludable:
Desayuno. El desayuno es la comida más importante para empezar el día con energía y debe incluir al menos una ración de los siguientes alimentos:
- Lácteos.
- Cereales.
- Fruta
Media mañana. A media mañana puedes tomar alguno de los alimentos de los siguientes grupos:
- Lácteos.
- Cereales.
- Fruta.
- Frutos secos.
Comida. Es recomendable tomar alimentos de los siguientes grupos:
- Verduras y hortalizas.
- Alimentos proteicos: carnes, pescados, huevos, legumbres.
- Cereales, tubérculos.
- Aceite de oliva.
- Pan y agua.
- Lácteo y/o fruta.
Merienda. En la merienda puedes ingerir alimentos de los grupos:
- Lácteos.
- Cereales.
- Fruta.
- Frutos secos.
Cena. Es recomendable disfrutar de una cena ligera que incluya alimentos de los siguientes grupos:
- Verduras y hortalizas.
- Alimentos proteicos: carnes, pescados, huevos, legumbres.
- Cereales, tubérculos.
- Aceite de oliva.
- Pan y agua.
- Lácteo y/o fruta.
4. Reducir la ingesta de calorías.
Un alto consumo de calorías diarias favorece el desarrollo de sobrepeso y de otras enfermedades, por ello, para llevar una dieta sana es importante reducir el consumo de ciertos alimentos y líquidos que solo le brindan a nuestro cuerpo un alto valor calórico y un bajo aporte de nutrientes necesarios para el organismo.
Si las calorías que ingerimos son superiores a las que gastamos, acumulamos grasa en nuestro cuerpo y aumentamos de peso. Sencillamente, evitando comer algunos alimentos y cambiando nuestra forma de cocinar podremos disminuir nuestro consumo de calorías diarias y llevar una alimentación más saludable.
Algunos consejos que puedes tener en cuenta para cuidar tu salud y reducir el consumo de calorías son los siguientes:
- Elegir alimentos menos grasos y azucarados como lácteos con poca grasa o carnes más magras.
- Moderar el consumo de salsas y aliños en los alimentos.
- Consumir ocasionalmente fritos, rebozados o empanados.
- Desgrasar los alimentos en estofados, caldos o guisos.
- Acompañar los platos con guarniciones ligeras.
- Evitar el consumo diario de refrescos ya que ofrecen una gran cantidad de azúcares.
- Moderar el consumo de alcohol y sustituirlo por bebidas fermentadas con braja graduación alcohólica.
- Sustituir las golosinas por otros alimentos que ofrezcan nutrientes más saludables como cereales, yogur, batidos y frutas.
- Sustituir las patatas fritas y snacks por otros aperitivos más saludables como frutos secos, palomitas de maíz hechas en casa, tostadas…
- Cambiar la forma de cocinar para evitar las frituras y utilizar otros métodos de cocción de los alimentos como cocinar al vapor, cocido, hervido, a la plancha, al horno o a la parrilla.
Con estos consejos, conseguirás adelgazar de forma sencilla y saludable y, al mismo tiempo, tu cuerpo obtendrá todos los nutrientes necesarios para estar en buena forma y gozar de un estado de salud muy óptimo.
5. Beber abundante agua.
Cuando iniciamos una dieta para perder peso, no debemos olvidar la importancia que tiene en nuestra alimentación beber la cantidad necesaria de agua para mantener nuestro cuerpo bien hidratado, prevenir posibles enfermedades y gozar de un estado de salud óptimo en todo momento.
El agua es la base de la vida y, de hecho, entre un 60% i 70% de nuestro cuerpo está compuesto de agua; se trata de un líquido que tiene una gran variedad de funciones beneficiosas para nuestro organismo y que, en un proceso de pérdida de peso, nos ayudará a conseguir mejores resultados. A continuación, te mostramos cuáles son las principales funciones que realiza el agua en nuestro cuerpo diariamente y por qué motivos es esencial beber abundante agua constantemente:
- Posibilita el transporte de nutrientes y oxígeno a las células.
- Colabora y ayuda en el proceso de digestión y absorción de los alimentos.
- Limpia y depura el organismo.
- Colabora y ayuda en el proceso de excreción de los residuos de los riñones e intestinos con lo que evitarás problemas intestinales y de estreñimiento.
- Contribuye a la regulación de la temperatura corporal.
- Protege los órganos vitales.
La cantidad diaria de agua que necesita una persona adulta es entre 2 o 3 litros diarios, que se traducen en 6 u 8 vasos grandes de agua. Lo ideal es ir bebiendo agua de forma constante durante todo el día, ya que si lo haces en una sola vez y demasiado rápido el cuerpo no tiene tiempo de asimilarlo y no obtendrás todos los beneficios que aporta el agua en nuestro organismo. Un consejo que te damos en esta guía es llevar siempre contigo una botella de agua de un litro e ir rellenándola cuando la termines o dejar una botella en los lugares que más frecuentes para ir bebiendo poco a poco, de esta manera conseguirás acordarte y te será mucho más fácil beber la cantidad de agua recomendada.
En el proceso de pérdida de peso, el agua es especialmente necesaria porque facilita la salud digestiva, elimina todas las toxinas y favorece la quema de grasas, con lo que evitarás la retención de líquidos y bajar de peso será mucho más fácil. Además del agua que bebemos de la botella o del grifo, también introducimos agua en nuestro cuerpo a través de otros líquidos como leche, zumos, infusiones y alimentos como frutas, verduras… por lo que es muy importante incorporar estos productos a nuestra dieta diaria.
6. Aumentar la actividad física.
La práctica regular de actividad física es un aspecto muy importante para lograr bajar de peso y mantener una buena salud; el ejercicio físico tiene un doble beneficio en nuestro cuerpo ya que elimina la grasa y, al mismo tiempo, aumenta la masa muscular y ósea, favoreciendo la tonicidad de todos los músculos y reafirmando los tejidos de la piel. Está demostrado que las personas que realizan actividad física con regularidad tienen un porcentaje menor de grasa corporal que las personas que llevan una vida sedentaria.
Además de llevar una alimentación sana y saludable, si quieres perder esos kilos de más no olvides que deberás complementar tu dieta con la práctica de actividad física con lo que aparte de adelgazar conseguirás una figura más estilizada, te sentirás más a gusto con tu cuerpo y tu autoestima aumentará de forma notable. Las ventajas que obtendrás si aumentas la actividad física en tu día a día son las siguientes:
- La actividad física aumenta la cantidad de calorías que el cuerpo quema para obtener energía, de esta manera se consigue una mayor pérdida de peso.
- La pérdida de peso es mayor cuando reducimos la ingesta de calorías, pero la única forma de mantener nuestro peso ideal en el tiempo es realizar actividades físicas con cierta constancia.
- La práctica de actividad física es esencial para prevenir y reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Las actividades físicas más recomendadas para perder peso son actividades aeróbicas de larga duración ya que implican un mayor gasto calórico. Se trata de actividades que puedes llevar a cabo en casa, en el gimnasio o al aire libre como caminar, montar en bicicleta, nadar o remar, correr, ejercicio en elípticas, sesiones de aeróbicos con steps e incluso deportes como esquiar, escalada, fútbol, baloncesto, tenis… En definitiva, lo importante es incorporar la práctica de ejercicio a tu rutina diaria, disfrutar y pasarlo bien mientras lo realizas.
Si no estás acostumbrado a realizar actividad física con frecuencia, en esta guía te mostramos una serie de recomendaciones que pueden servirte para empezar:
- Sustituir el tiempo en el que llevas una vida sedentaria por la práctica de actividad física. Por ejemplo, el tiempo que dedica a ver la televisión puedes aprovecharlo para
hacer algún tipo de ejercicio como salir a caminar o a correr.
- Reservar horas concretas de tu horario semanal para realizar actividad física.
- Empezar con actividades físicas que realmente te gusten y practicarlas en las horas que prefieras.
- Comenzar con actividades físicas de baja intensidad e ir aumentándola de forma gradual.
- Realizar actividades físicas en grupo o en compañía de amigos y familiares.
7. Variar tu rutina diaria.
El proceso de pérdida de peso para que resulte efectivo desde principio a fin requiere una variación en nuestra rutina diaria, se trata de cambiar de hábitos de vida progresivamente para que poco a poco nos vayamos acostumbrando. Tanto para hacer una dieta como para empezar a practicar actividades físicas es necesario modificar lo que hacemos diariamente, esto lleva tiempo y esfuerzo pero es la manera que mejores resultados da y con la que podremos mantener la pérdida de peso durante más tiempo evitando el llamado “efecto rebote” que se produce con algunas dietas milagrosas con las que se baja de peso muy rápido, pero se recupera de golpe.
Si quieres adelgazar y no volver a recuperar los kilos que has perdido, no te estanques en rutinas repetitivas y empieza a introducir cambios en tu vida diaria para innovar y mantener una motivación constante. Puedes empezar probando pequeños cambios como:
- Ir caminando a diferentes lugares como al trabajo, a comprar, a la biblioteca… y evitar coger el coche o el transporte público a menudo.
- Utilizar las escaleras en lugar del ascensor para subir a casa o a cualquier otro lugar.
- Elegir alguna actividad física que te guste y perder peso de manera entretenida, así no buscarás excusas para no hacerlo porque no lo harás como obligación si no por placer.
Además, ten en cuenta que para mejorar los resultados y seguir progresando tenemos que incluir cambios cada cierto tiempo en nuestra alimentación y, sobretodo, en la práctica de ejercicio físico. Para las actividades físicas diarias te recomendamos que aumentes la intensidad de los ejercicios poco a poco para dar al cuerpo nuevos estímulos y ponerle nuevos retos que deberá superar. Otra solución para evitar el estancamiento, es aumentar los tiempos de actividad física, es decir, puedes incrementar los días o las horas en las que practiques ejercicio para conseguir mejores resultados y, por último, cambia las actividades físicas cada dos meses, aproximadamente, y prueba nuevas rutinas para seguir avanzando y perdiendo peso con más facilidad.
En definitiva, tenemos que huir de llevar una vida sedentaria puesto que es muy dañina para la salud; estar en movimiento es ideal para que nuestros músculos estén bien tonificados y no se atrofien. Si no dispones de mucho tiempo, intenta adaptar tu horario para llevar una vida más saludable y aunque no tengas tiempo libre para ir al gimnasio o hacer deporte durante horas, busca alternativas más prácticas como hacer footing o una caminata ligera cada día para mantenerte activo y en buena forma.
8. Descansar bien.
Un buen descanso y dormir las horas necesarias cada día es fundamental para adelgazar y obtener excelentes resultados en el proceso de pérdida de peso. Los expertos aconsejan dormir entre siete u ocho horas diarias lo que unido a una alimentación sana y la práctica de actividad física te permitirá llevar un estilo de vida saludable y estar siempre en buena forma.
No respetar las horas de sueño recomendadas puede tener efectos negativos en nuestro organismo y aumenta el riesgo de algunas enfermedades entre las que se encuentra la obesidad. Además, una excesiva falta de descanso provoca que la producción de la leptina disminuya; la leptina es la hormona que regula el apetito, que nos ayuda a perder la grasa almacenada en nuestro organismo y que regula la aportación de grasa a los músculos; por lo que una disminución de esta hormona hace que la sensación de hambre aumente y que no seamos capaces de diferenciar entre sueño, cansancio y hambre.
El sueño tiene varias fases pero para estar bien descansados lo que necesitamos es entrar en un estado de sueño profundo ya que es entonces cuando se producen cambios positivos en nuestro cuerpo y se acelera el metabolismo. Por ello, en esta guía te mostramos algunos consejos que puedes poner en práctica para descansar bien y dormir de manera adecuada:
- Fija una hora exacta para acostumbrar a tu cuerpo a dormir siempre a la misma hora.
- Evita dormir durante el día para aprovechar las horas de sueño por la noche.
- No pases demasiado tiempo en la cama cuando no estés durmiendo.
- Evita dar vueltas en la cama cuando intentas dormir. Si no consigues dormir es mejor que te levantes y vuelvas a intentarlo cuando tengas sueño.
- Evita practicar ejercicio físico justo antes de dormir.
- Intenta descansar la mente antes de dormir.
- No tomes comidas copiosas en la cena; es preferible consumir alimentos ligeros para facilitar el proceso de digestión.
- Modera el consumo de café y de bebidas con cafeína, ya que esta sustancia permanece en el cuerpo hasta 24 horas.
Sin duda alguna, descansar bien durante toda la noche tiene múltiples ventajas para nuestra salud y nos permite afrontar el día siguiente con más fuerza y vitalidad. Después de dormir, es recomendable tomar un buen desayuno completo y equilibrado que nos aporte la energía necesaria para estar preparados y encarar nuestra rutina diaria con optimismo y positividad.
9. Ser constante y paciente.
La constancia y la paciencia son dos de las facultades claves que estamos obligados a desarrollar si queremos finalizar el proceso de pérdida de peso con éxito ya que, además de comer sano, hacer ejercicio y descansar bien, debemos aprender a ser constantes y pacientes para lograr no rendirnos cuando veamos que los resultados no son inmediatos tal y como nos gustaría a nosotros.
No puedes desesperarte porque los resultados no se aprecien al instante, de hecho es lo más normal y hay que tenerlo claro desde el primer momento en que decidimos adelgazar. La desilusión no es más que las ganas de dejarlo todo y tirar por la boda los logros que poco a poco hemos obtenido.
Es importante que no estés continuamente pendiente de calcular al milímetro el número de kilos que pierdes o la cantidad de calorías que quemas cada minuto o cada día, si no que seas capaz de valorar todos los esfuerzos que has realizado para cambiar de hábitos y establecer una nueva rutina diaria que te permita llegar al final de un difícil camino como es el proceso de pérdida de peso.
La mejor manera para conseguir ser constante y paciente a la hora de adelgazar es aprender a disfrutar de lo que haces en cada momento sin medir estrictamente los resultados y pensar que todo ello supone un gran beneficio para tu salud y bienestar. Es decir, puedes empezar por disfrutar de cosas tan simples como beber agua, comer sano, practicar ejercicio, dormir bien… entre otras muchas que te ayudarán a continuar y que poco a poco se irán convirtiendo en hábitos vitales para ti que no podrás dejar de hacerlos. De esta manera, tendrás la predisposición adecuada para seguir con la pérdida de peso y tú misma irás viendo y notando los resultados día a día.
El mayor error de todas aquellas personas que quieren adelgazar y que se rinden antes de lograr su objetivo final es exigir los resultados antes de tiempo; recuerda que la dedicación, la disciplina y la paciencia son claves para tener en éxito en cualquier cosa que nos propongamos y que las recompensas llegan después como premio al tiempo, esfuerzo y empeño que has puesto para conseguirlo. No olvides que perder peso de manera saludable es algo que te aportará infinidad de beneficios a corto y largo plazo y que deberás confiar en ti misma para ser persistente y lograr una recompensación tan pronto como sea posible; además con la constancia y la paciencia llegarás mucho más lejos, tus logros serán mayores y estarás más que satisfecha con el nuevo aspecto que lucirás.
10. Mantener una actitud positiva.
La actitud con la que afrontamos el intento de adelgazar tiene mucho que ver con los resultados que vamos a obtener. Una actitud positiva, estar convencidos y animados es lo más importante para triunfar en nuestro proceso de pérdida de peso.
Todos los programas para adelgazar y las dietas siempre son complicados y sobre todo el cambio que conlleva en nuestros hábitos de vida. Es por ello, que puedes toparte con numerosos obstáculos y barreras a lo largo del camino de pérdida de peso que pueden resultar en muchos casos infranqueables si tu actitud no es la correcta.
Si deseas bajar de peso de manera saludable y lograrlo con éxito no debes rendirte y abandonar tus esfuerzos al primer contratiempo o complicación que te encuentres ya que las actitudes negativas solo son el reflejo de un fracaso seguro que tendrá lugar tarde o temprano. Tenemos que ser conscientes que mantener una actitud positiva puede convertirse en nuestro mejor aliado para obtener los resultados que esperamos, bajar de peso y mantener una figura estupenda durante todo el tiempo.
Una opción muy efectiva para mantener un estado de ánimo óptimo y una motivación constante es imaginarse a uno mismo logrando esa meta que nos hemos propuesto, estar seguros de nuestras capacidades para llegar al final del recorrido e ir avanzando poco a poco en esta dirección. A continuación, te ofrecemos prácticos consejos para conseguir tener una actitud positiva en tu programa de adelgazamiento:
- Toma conciencia de tus cualidades y de los rasgos positivos de tu personalidad. Además, piensa en logros que hayas conseguido a lo largo de tu vida y así podrás sentirte capaz de lograr lo que sea.
- Utiliza imágenes de las cosas o las personas que pueden motivarte para perder peso, cuando las observes tu motivación aumentará considerablemente.
- Reemplaza los pensamientos negativos por otros más positivos y repita frases como “soy capaz”, “tengo fuerza y valor”, “me siento bien”…
- Observar y leer cosas positiva ayuda a mantener una actitud más animada en todo momento.
- No rendirse aunque los resultados no sean instantáneos, continua con el programa de adelgazamiento pensando que al final tendrá una gran recompensa y será mucho más feliz.
El apoyo más importante para perder peso y gozar de un buen estado de salud se encuentra siempre dentro de nosotros mismos; una actitud positiva te asegura mejores resultados y todos tus esfuerzos se verán recompensados.
Artículo redactado por el Staff de SmartSalus.com