La mujer siendo adolescente comienza su período de cambios. En la pubertad, la mujer experimenta el desarrollo de sus caracteres sexuales, alcanzando la fertilidad. La pubertad se inicia cuando la glándula hipófisis ordena al cuerpo que cree la hormona estrógeno, siendo la máxima responsable de los cambios.
¿Cuáles son los cambios que se producen en la pubertad de la mujer?
La mujer joven siente unos cambios en su cuerpo que son señal de la entrada en la pubertad. Estos cambios son:
– Caderas más anchas
– Crecimiento de los senos
– Aparición del flujo vaginal
– Comienzo de la menstruación
– Aparición de vello corporal (pubis, piernas y axilas)
Poco a poco la mujer se adaptará a su nueva forma, a esos cambios que pueden parecer un mundo, pero no lo son.
Soy mujer, ¿tengo que hacerme controles?
En el momento que la mujer tenga una vida sexual activa, es preciso acudir al ginecólogo una vez al año para tener un control y una buena salud. Estos controles serán necesarios hasta mucho más allá de la menopausia. Con estos controles se pueden prevenir muchas malformaciones o enfermedades. Prevenir mejor que curar.
Embarazo y lactancia.
Otra de las etapas por las que pasa la mujer es la de ser madre. Durante el embarazo es preciso seguir una serie de controles con la matrona y con el ginecólogo para tener un embarazo sano.
Cuando acudas por primera vez te ofrecerán un calendario de las visitas que tienes que hacer, además de las analíticas y controles por el tocólogo. Todas y cada una de ellas son vitales para controlar el perfecto desarrollo del feto.
Durante el embarazo la mujer experimenta nuevos cambios en su cuerpo: crecimiento de los senos, crecimiento del abdomen, cambios hormonales…
Una vez tengas el bebé, comienza el período de lactancia y tu cuerpo comienza a volver a su estado anterior.
Menopausia, más cambios en el cuerpo de la mujer
La menopausia se da en mujeres de entre 45 y 55 años. Los ovarios de la mujer dejan de producir óvulos y estrógeno. La menstruación cada vez es con menos frecuencia hasta que cesa, por lo que ya no es posible quedarse embarazada.
Durante todo este período la mujer experimenta también cambios en su cuerpo como sofocos, sudores fríos, enrojecimiento de la piel, insomnio…
En este período se llevan a cabo las mamografías y los controles ginecológicos seguirán, y es importantísimo que ambas dos revisiones sean una vez al año.
Para llevar una vida ginecológica sana llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio moderado. Además de las visitas al ginecólogo que son imprescindibles para prevenir.