El Sida es la enfermedad sexual más temida por todos. Se trata de una enfermedad creada por un virus llamado inmunodeficiencia humana, de ahí que se le denomine VIH. Cuando se sufre de sida, este virus va destruyendo todo lo que tiene que ver con el sistema inmunológico de la persona llegando a las células T4 de los linfocitos.
Tener el virus VIH, o sea, ser VIH positivo no significa tener sida. El sida en si mismo se da cuando los linfocitos son menores a las 200 células en un mililitro de sangre siendo el parámetro general de 500 a 1500 células.
Desde que el sida fuera descubierto, la información a la población ha ido avanzando poco a poco para que las personas activas sexualmente sepan de qué se trata y se cuiden al respecto. Pero la vía sexual no es la única vía en donde el virus VIH se puede contagiar, sino que también se puede contagiar a través de la sangre si se tiene contacto con una persona que sufra de esta enfermedad, aunque los cuidados y las seguridades que se ofrecen en las transfusiones de sangre y otras actividades como los tatuajes son cada vez más elevadas.
Otra de las vías frecuentes del contagio de VIH es de madrea a hijo durante el embarazo o la lactancia.
Hay muchos mitos en cuanto a que una persona con sida puede llegar a contagiar a otra a través de la saliva o del sudor. La realidad es que el virus está presente en este tipo de fluidos, pero no es tan fuerte como para poder contagiar a otra persona, con lo que si a tu alrededor hay alguien con VIH o sida, podrás mantener una relación cercana como con cualquier otra persona.
Los síntomas para saber si se sufre o no de VIH son muy diversos, tanto que muchas personas no se enteran de que están contagiadas hasta pasados muchos años a través de una prueba de rutina. Ocasionalmente cuando el sistema inmunológico se va destruyendo aparecen otro tipo de enfermedades como los herpes, candidiasis, tuberculosis, neumonía, meningitis, etc
Al no existir síntomas reales que demuestren que se está contagiado de VIH, lo mejor es realizar un tipo de examen en donde se especifique la prueba de VIH. Si la prueba da positiva, entonces el virus está dentro pero esto no quiere decir que se esté desarrollando. Hay que tener en cuenta que esta prueba debe realizarse a los 90 días de la posibilidad de contagio ya que es el tiempo que tarda el virus en instalarse de verdad en la sangre.
Lo importante como siempre es cuidarse y protegerse al momento de tener relaciones sexuales con personas desconocidas o si se ha tenido alguna situación extra de riesgo de contacto con la sangre. En esos casos, se debe acudir al médico para solicitar la prueba del VIH y así comprobar si se está infectado o no. Cuanto antes se sepa el diagnóstico, antes podrás hacer un tratamiento que ayude a mejorar la calidad de vida y a intentar que el VIH no se desarrolle hasta convertirse en sida.