El otro día fui al médico porque estaba teniendo unos problemas en la espalda, muy contracturada. Es algo que me sucede muy a menudo, pero en los últimos tiempos más aún. Como no era la primera vez que iba por lo mismo, me preguntó si había algo en mi vida que me afectaba, y evidentemente, no estoy pasando por un muy buen momento en mi vida, con muchos problemas personales. Fue entonces cuando me dijo que lo que me sucedía en la espalda además de ser contracturas por cuestiones de posturas, tenían que ver seguramente con que mi salud estaba recibiendo los efectos de las discusiones, o dicho de otra forma: discutir afecta a la salud física.
Yo me quede sorprendida porque si bien sabía que muchas personas somatizamos problemas en cuestiones físicas, nunca creí que iba a ser tan drástico y contundente lo que me decía mi médico. Según un estudio realizado hace poco en una universidad de Estados Unidos, quedo comprobado que las discusiones y los momentos desagradables así como también las críticas afectan de forma negativa a la salud
Parece ser además, de que los hombres y mujeres no actuamos de la misma forma, son que las discusiones nos afectan distinto. Por ejemplo, a las mujeres, que somos un poco más sensibles, nos afecta más desde el punto de vista de la hipertensión y hace que envejezcamos mucho más rápido.
Es por eso que el mejor consejo que me dio mi médico, fue que intente construir relaciones sanas con los demás, y ver la vida de forma positiva para que estos problemas lógicos que todos podemos tener, no me afecten y por sobre todo que intente no discutir, ya que la decepción y cosas desagradables son de las primeras cosas que seguirán afectando mi salud poniendo en riesgo incluso mi presión arterial.
Así que ahora que tenemos esta información, será momento de dejar de pegar gritos y vivir una vida mucho más alegre, para que el discutir no nos afecta a la salud física.
RESPUESTA PROFESIONAL:
Las malas relaciones, críticas y posibles disgustos afectan por sobre todo a la hipertensión. Por eso, no es de extrañar que cada día nos encontremos con personas más jóvenes que sufren de estos inconvenientes. Cuando discutimos con una persona, estamos haciendo que no solo nuestros sentimientos entren en juego, sino que los sentimientos están interrelacionados con distintas partes de la salud. Aunque la tensión y el aumento de palpitaciones durante las discusión son de los factores que se ponen más en riesgo, también podemos somatizar estos problemas por otras cuestiones físicas, con lo cual, es recomendable tener una vida tranquila e intentar evadir todo tipo de discusiones o malos momentos. No hay dudas de que discutir afecta a la salud física.