¿Cuántos de nosotros hemos probado una dieta milagro en algún momento?

Recientemente la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) ha publicado un estudio que se ha realizado en Granada sobre las dietas milagro. En este estudio estableció que un 31% de las personas encuestadas reconoce haber hecho alguna vez una dieta milagro para perder tiempo rápidamente.

Las dietas milagro se conocen así porque por norma prohíben algún grupo de alimentos para consumir otros productos alimenticios ya preparados.

Dietas milagro, ¿qué hay detrás de ellas?

Aunque según diferentes expertos nutricionistas, las dietas milagro suponen un grandísimo riesgo para la salud por varias razones. Una de ellas es por el efecto rebote que puede resultar después de terminar el tratamiento y supone recuperar de igual manera los kilos perdidos, o incluso más.

Otra razón y, sin lugar a dudas, mucho más importante son las complicaciones en las comorbilidades de las personas que se han sometido a este tipo de dietas. Para las personas obesas realizar una dieta denominada milagro supone adelgazar rápidamente y obtener un peso ideal, ya que cuando se hace una campaña para estas dietas así lo anuncian.  Realmente el peso ideal no existe como tal, sino que el peso más adecuado para cada persona depende de muchos factores: complexión, estado de salud, altura…

Así que cuando estas dietas prometen conseguir en muy poco tiempo ese ansiado peso, les están creando una completa utopía al respecto a los obesos.

Por último, las dietas milagro, según diferentes expertos en la materia, no suelen contar con el respaldo de ningún especialista, por lo que carecen de valor médico.

Entonces, si quiero perder peso… ¿qué puedo hacer?

En realidad, no hay ninguna dieta, digamos normal, que se pierda peso en muy poco tiempo. Lo ideal es realizar una dieta equilibrada de tal manera que la pérdida de peso sea paulatina y correcta. Así será sostenible durante largo tiempo, no como las dieta milagro. Es decir, perdiendo peso regularmente y de manera progresiva, los kilos perdidos no se recuperan si se sigue manteniendo una alimentación equilibrada.