Hay numerosas veces que escuchamos decir que alguien es adicto al trabajo y no le damos mucha importancia. Sin embargo cuando se tiene una adicción al trabajo se tiene una patología que, sin duda alguna, hay que tratarse de la mano de personal especializado.
Cómo saber si yo soy adicto al trabajo
Plantéate preguntas como: ¿El trabajo es mi centro de vida? ¿Es el trabajo lo más importante incluso más que la familia o el ocio? ¿Te sueles llevar el trabajo a casa para terminar algún proyecto o tema, ya sea para la noche o para el fin de semana de manera habitual?
Si has respondido afirmativamente a todas o casi todas las preguntas, entonces eres un adicto al trabajo. Digamos que tu vida no es trabajar para vivir, sino vivir para trabajar, descuidando tu salud o discriminando tu vida social.
Aunque no es algo que ocurra inmediatamente, sino que lleva un proceso de entre 5 y 15 años, dependiendo de cada persona. Algunas estadísticas establecen que en España, aproximadamente un 11% de trabajadores en activo sufren adicción al trabajo (en inglés denominado workaholic).
Algunas causas de un adicto al trabajo son: ambición de poder y dinero, ser muy competitivo, falta de organización e incapacidad para delegar tareas, personas con alto nivel de estrés…
¿Cómo se puede solucionar?
El tratamiento que se aplica a las personas adictas al trabajo es a través de una terapia psicológica, más concretamente una terapia cognitiva – conductual. Lo primero que se hace es ayudar a gestionar su propio nivel de autocontrol en el trabajo. Además de este autocontrol se le ayuda a que pase tiempo fuera del trabajo y disfrutando de jornadas de ocio con familia o con amigos.
Este es el tratamiento o terapia principal, pero existen otras diferentes dependiendo de los síntomas que tenga. Hablamos de cambios de conducta para mejorar y que sean más asertivos. O algún otro tipo de técnica cognitiva para mejorar los pensamientos.