Parece que soy intolerante a la lactosa. Llevo unos meses con problemas en el estómago, con muchas nauseas y dolores abdominales en general que hacen que mi estómago se hinche demasiado y que siempre esté como inflada.
La última vez que estuve en el médico me dijo que podría llegar a ser intolerante a la lactosa. Entiendo que esto significa que entonces tendré que eliminar de mi dieta diaria todo tipo de alimentos que sean derivados de la lactosa, pero realmente yo no consumo muchos alimentos que tengan lactosa. No me gusta la leche ni el yogurt, con lo cual, salvo algún alimento que tenga lactosa y que yo no sepa, por el resto no tengo problemas, además, supongo que si tuviera problemas con la lactosa se tendrían que haber marcado desde hace mucho tiempo, porque de pequeña si que bebía leche.
Supongo que lo mejor en estos casos es salir de dudas y saber si soy o no intolerante a la lactosa, y en ese caso tomar medidas para eliminarlo de mi dieta diaria.
¿En qué consiste realmente un examen de intolerancia a la lactosa?
Me han dicho que la intolerancia no tiene por qué ser genética sino que puede llegar en cualquier momento y que se puede tratar de algo temporal que puedo mejorar si cambio mis hábitos alimentarios.
Me gustaría saber realmente si la intolerancia a la lactosa se comprueba con un examen de este estilo, cómo es el examen y qué debería hacer si finalmente soy intolerante.
RESPUESTA PROFESIONAL:
Efectivamente, si es intolerante o no a la lactosa se podrá saber a través de un test de intolerancia a la lactosa. Para esto existen distintos métodos disponibles. Uno de los más utilizados es el test que se realiza a través de hidrógeno en el aliento. En este caso, se le dará al paciente un tipo de solución con lactosa y con distintos intervalos de tiempo se le hará soplar en unas bolsas específicas en donde se recogerán las muestras y se podrá saber si el azúcar que existe en los alimentos con lactosa ha ingresado o no en el intestino grueso e intestino delgado. Otro método efectivo es el que se hace a través de un análisis de sangre, en donde se extrae una muestra para conocer la glucemia. Posteriormente se suministra una solución con lactosa y al cabo de una o dos horas e vuelve a tomar otra muestra de sangre.
Si finalmente estos estudios dan como resultado que se es intolerante a la lactosa, el paciente tendrá que cambiar su dieta evitando todos los alimentos provenientes de esta naturaleza. En algunos casos, será necesario también el seguimiento de un tratamiento específico.